martes, 10 de mayo de 2016

10 de Mayo de 2016



Hoy me han preguntado por ti, Madriles, quería saber qué tal estabas. La verdad que me pilló un poco de sorpresa, pero le dije que estabas bien, tranquilo y descansando, y me he mantenido fuerte. El pobre estuvo fuera cuando tú te tuviste que marchar y no se había enterado pero no era el único que no lo sabía, aunque al otro chico no le conozco nada más que de verle con el perro. ¿Todo bien por ahí arriba? Aquí abajo estamos bien, acostumbrándonos, pero qué difícil es. Tu último día me viste como yo no quería que me vieses, pero te prometo que estoy siendo todo lo fuerte que puedo, aunque hay momentos en los que no encuentro más fuerzas para sacar y caigo un poquito, pero me levanto rápido por ti, porque sé que no te gusta vernos mal. El gordito también te echa de menos, el pobre se pasa toda la mañana sólo y cuando llego, siempre está en su sitio esperándome para que le prepare el aperitivo, ¿te estarán dando el aperitivo ahí arriba no? Mira que sino les pego un mordisco en las orejas. Cuídanos papá, te llevaré siempre conmigo. Te quiero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario