sábado, 30 de abril de 2016

Un mes sin ti

Hoy hace un mes que te fuiste... Una parte de mí está feliz, porque sabe que estás descansando, tranquilo y sin dolor. Sabe que estás ahí arriba echando la partida con tus amigos, recordando momentos con otros que ya se fueron antes pero también, sé que estás ahí arriba cuidándonos a todas.

La otra parte de mí está triste, más de lo que nunca había estado, pero siempre intento mantenerme fuerte, como hacías tú, porque eso lo aprendí de ti. De tí he sacado tu orgullo, tu aguante, tu coraje y tu mala leche también. 

Mañana voy a subir a verte, no ahí arriba, que pos supuesto me gustaría verte y poder abrazarte, saber que todo está bien y escuchar alguna de tus batallitas, pero aún me queda mucha guerra por dar aquí abajo. Voy a ir a verte a ese sitio que ahora es nuestro punto de encuentro, aquel sitio donde quisiste descansar y siempre podré encontrarte. Voy a subirte flores, cuatro rosas blancas, una por cada una de nosotras y, me da igual que no fueras partidario de estas cosas, tanto tú como yo sabemos que no te gustan los detalles porque te emocionan y no te gustaba que te viesen así.

No quiero subírtelas, no quiero llevarte flores ni nada parecido porque tu sitio está aquí, a mi lado en tu sofá, contándome a mí esas batallas tuyas cuando eras pequeño o cantando canciones de esas que "extrañamente" sólo tú conoces, o saludándome de esa forma tan nuestra cuando llego a casa "¿y qué hay?".
Ese no es tu sitio papá, tu sitio está aquí abajo, yo te le guardo. 


Me haces muchas falta, papá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario