viernes, 16 de septiembre de 2016

Hola Papuchi!

¿Qúe tal va todo por ahí arriba? Por aquí abajo bueno... al volver del viaje ha sido como volver a la guerra, pero esta vez en pleno duelo, ya no hablo de caos, hablo de batalla pura y dura. 

¿Sabes una cosa? El martes empezó a hacer malísimo, como si estuviésemos ya en pleno invierno, y se me ha venido a la cabeza la Navidad... Estas van a ser las primeras Navidades en las que tú no estás. Sé que no te gustaban mucho y a mi sin embargo me encantan, aunque también sé, que aunque no te gustaban, tenías unas "pequeñas" tradiciones. Una de ellas con Ramón, el del bar, cuando hacía el sorteo de la cesta, este año si puedo, cogeré tus números en tu lugar y como el año pasado, si mamá está de acuerdo, invitaré a Andrés a pasar las fiestas con nosotros. De tus amigos, es uno de los más importantes para mí. Cada vez que salgo del portal, me pongo de puntillas a ver si le veo desde la calle por su ventana y le saludo. Tiene algo que me recuerda a ti. 
Otra de las costumbres que no pienso dejar que se pierda es la de "bendecir" la mesa de esa forma tan... tan... tan tú. Cada año lo decías de una forma diferente y más o menos recuerdo la que más repetías.

Va a ser raro celebrar la Navidad sin ti. Sé que falta mucho pero no sé, el tiempo me acompaña para pensar en eso.
¡Ah! Otra cosa... qué razón tenías. Eso que me dijiste en una de nuestras últimas charlas de que de buena soy tonta... qué gran verdad. Me las meten dobladas por todos lados y me dan igual que me adviertan que no, que yo soy cazurra a más no poder y al final cuando me la dan, me dicen que ya me advirtieron.... 

Y bueno... por lo demás todo igual aquí abajo. Yo con ganas de algún cambio, sin saber muy bien qué es lo que quiero... Sé cual es mi meta pero no sé que camino tomar para llegar hacia ella. Yo y mi forma de complicarme la vida, ya sabes. 

Espero que vengas pronto a verme. Sabes que te espero cada noche. 
Te quiero papá.


No hay comentarios:

Publicar un comentario