jueves, 31 de mayo de 2012

Una vida se consume

No basta todo lo pasado y lo negro que está el futuro. El egoísmo es lo esencial en la vida de algunas personas y a veces, aunque cuesta pensarlo, creo que él es la persona más egoísta del mundo. Con una venda en los ojos sigue su camino sin ver el riesgo que se puede encontrar, el sufrimiento que puede causar a los demás, y aún peor, sin ni si quiera imaginar todo lo que puede perder.
Busca los sitios oscuros para poder darles luz con la llama de su mechero, encerrado y consciente de las consecuencias de sus actos enciende un cigarrillo y lo consume lentamente, como lentamente se consume su vida, igual que un cigarro. Incapaz de dejar una basura así, parece que prefiere que la cosa termine antes de poder ver crecer a unos niños preciosos, ver nacer otros y evitar así disgustos y sufrimiento a los que le rodean y se preocupan por él. Parece que el humo de cada cigarro le ciega y no le deja ver lo que tiene delante. 
Y ya consumido hasta el punto de no poder disfrutar de dos pequeños llenos de vida, no es suficiente. Mientras haya energía para encender un mechero, lo demás no le importa. Ve su vida consumirse como ese último cigarro en aquel sitio oscuro. Poco a poco y lentamente, la vida se consume.




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