martes, 17 de abril de 2012

Dicen que despertar...

Dicen que despertarse cuesta mucho, sobre todo cuando no estás sola. Pero esta noche la paso sola conmigo, él no está a mi lado, la cama está vacía y el frío se empieza a notar. Pero eso no importa, todo cambia cuando empiezo a soñar... Huésped en mi mente y en mi corazón, se dispone a adentrarse en mis sueños cada noche. Protagonista de cualquier historia, y aún sin estar en mi cama, tiene el poder de hacer que me enrede entre las sábanas, que el frío se convierta en calor, que dibuje una sonrisa en mi cara...
Y aunque consiga todo eso sin estar presente, prefiero los despertares con él, con sus caricias, su sonrisa, sus ojos, su boca, sentir su calor, su olor.... 


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