Llegado el día en que se besen, pero primero una mirada con una sonrisa pícara incontrolable en su rostro. Y vuelven las ganas de ir a buscarle cada día esperando que tenga mil cosas que contar, mil ocurrencias, mil y una locuras en esa pequeña mente retorcida.
Salir un día sin mirar atrás a quemar el asfalto y entre tanto, quemar sus labios a besos. Coger carretera y manta y llegar al fin del mundo, o no, igual es mejor encerrarse aquí, no importa, también puede convertirse en el fin del mundo. Pero si esto ocurre, que sea con una baraja y dos ases en la manga.... ¿Te cuento el secreto? Resulta que el hielo no enfría solo las bebidas, también puede enfriar la ideas, lo momentos, lo recuerdos.... Así que, ¡camarero! Sírvame un ron don doble de hielo, y tú ven conmigo a brindar por la noche más larga.
"Tenerte sería como llegar al fin del mundo... espera... ya lo estoy."
Hola, tenía algunos días que no acudía a ver tus escritos. Qué bueno que sigas con esa lucidez. Me gusta, un saludo.
ResponderEliminarMuchas Gracias Jorge :)
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