Muchas veces podemos comparar la vida como un juego en el que hay que arriesgar, y como dice el dicho, quien no arriesga, no gana. Cuando arriesgamos optamos a dos opciones, perder o ganar, y por más que no queramos, la mayoría de las veces suele tocar la primera, pero a veces, sólo a veces, merece la pena arriesgar, porque quizás ganes. Desde que comienza la partida, nadie sabe el desenlace, es un misterio, nunca se sabrás si ganarás o perderás todo lo apostado pero... ¿sabéis algo? si algo he aprendido en este tiempo es que si quieres algo, hay que arriesgar, hay que arriesgar para GANAR.
"Si juegas, juega a ganar."
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