Corre sin mirar atrás

TODO. Hubiera hecho todo lo que estuviese en sus manos e incluso habría intentado lo que fuese, con tal de tener algo que ver con él, aunque no la hiciese gracia, lo que fuese. Tan sólo la apetecía besarle aún siendo consciente que sus labios guardaban aún el sabor de alguna que otra, ella creía en el amor, hasta que se encargaron de quitarle la venda de los ojos, el amor tan solo es una ilusión que no nos permite vivir la vida como debemos. Era una de esas chicas que la gustaba tumbarse en la cama con un libro en días de lluvia, cuando el cielo se tornaba gris.Y así iban pasando las horas, los minutos, y ella se quedaba ahí tumbada, esperando una llamada, pero llegaba la noche, y era como todas.... una noche muy larga. 

Podemos correr tanto hasta que nos duela el pecho y sentir cómo el oxígeno tarda en llegar a nuestros pulmones, casi dejándonos sin aliento, o simplemente, quedarnos de pie esperando a que el "malo" nos coja. Es mejor salir a correr y olvidar en que te vienen siguiendo los talones, pues la vida es corta y es mejor vivirla que sufrirla. Crecemos rápido, pero vivimos aún más deprisa y no nos paramos a pensar en los instantes bonitos que hemos vivido. Cada momento que perdemos, es un momento que quien no queremos, ha ganado, pero lo peor de todo es que somos nosotros quien se lo damos sin esperar nada a cambio, pensando que tendremos más... ¿Y qué hacemos cuando ese alguien se queda con tantos momentos que nosotros no le hemos dado? Sólo podemos vivir más deprisa, sin pararnos en pensar en nada ni nadie. Pero cuanto más deprisa vivimos, nos siguen más rápido, y cuando frenamos, antes de mirar atrás ya nos hemos chocado de una forma tan fuerte y exagerada que incluso el dolor más intenso es una simple estupidez a su lado. En ese momento es cuando nos arrebatan todo, y nos llevan sin dejarnos despedirnos de esos momentos vividos, nos quita las ganas que nos quedan por vivir...

"Si nos movemos despacio, morimos rápido. Nosotros no somos cisnes, sino tiburones."