miércoles, 17 de agosto de 2011

Inconformistas

Muchas veces me he preguntado por qué las personas somos tan inconformistas (y me incluyo la primera), deseamos lo que no tenemos, y aún no logro entenderlo, ¿por qué? 
Esta mañana me he levantado pensando en todos los buenos momentos que he vivido y en todos aquellos que se cruzaron por mi camino y no supe aprovechar o simplemente rechacé, sólo porque estaban a mi alcance, eran demasiado fáciles y no había tenido tiempo a desearles. Pasa lo mismo con el amor, nos gusta lo difícil, y cuanto más imposible, mejor. Nos encanta que se compliquen las cosas y no esa persona no nos haga caso, y sin embargo, aquel o aquella que sería el que nos haría feliz, sólo lo queremos como un amigo. Pensándolo bien, creo que he llegado a la conclusión de que a esto se le podría definir como inmadurez, porque... ¿qué puede ser si no?
No existe el chico perfecto, y nunca encontraremos a alguien que se ajuste al prototipo de príncipe azul que imaginamos cuando somos pequeñas. Un chico no es perfecto por vestir de marca, tener un buen coche, un buen cuerpo y tener a todas las chicas detrás de él. La perfección se encuentra en las imperfecciones de la persona. Cuando creemos que alguien nos gusta, debemos pararnos a pensar si realmente nos gusta o simplemente nos dejamos llevar por lo que entra por nuestros ojos, por las apariencias, por lo que nos imaginamos que podría suceder, pero creo que en realidad deberíamos fijarnos en el fondo, la capacidad que la otra persona tiene para hacernos felices, para con tan solo una mirada sacarnos una sonrisa. Después de todo esto, y pensándolo mucho, creo que si alguien es capaz de hacernos sonreír y darnos la felicidad, sería muy improbable no terminar enamorándonos de esa persona... ¿no creéis?


"Buscas cualquier excusa para olvidarme, te da miedo el futuro porque me quieres como no has querido a nadie y porque yo puedo partirte el corazón, y lo sé porque a mi me le han partido".

No hay comentarios:

Publicar un comentario