A veces, cuando queremos que alguien nos busque no aparece, y ya no nos extraña, por lo tanto, no nos quiere, ya no importa. Nos levantamos y nos miramos frente al espejo, somos fuertes. Es el destino quien se encarga de determinar quién entra en tu vida, y somos nosotros los que decidimos quien se va, y quien se queda. La verdad duele una vez, pero la mentira duele cada vez que nos acordamos de ella, y más que la mentira duele la traición, pero ¿quién no ha traicionado nunca? Estoy segura de que todo el mundo tiene muchas cosas que callar, es más, la omisión es traición, así que nadie tiene las manos limpias. Además de esto, hay tres cosas que cuando se van, no regresan nunca más: la palabra, el tiempo, y las oportunidades, que puede haber muchas, pero si dejas pasar todas... despídete. La vida es como una obra de teatro, no permite ensayos, por eso vive, canta, salta, llora, ríe con intensidad en todo momento, antes de que la obra termine sin aplausos...
"Si bien no podemos arrancas las páginas del libro de nuestra vida... podemos tirarlo".
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