jueves, 12 de septiembre de 2013

Microcuento: El Cazador de Estrellas

Cuenta la historia que, no hace mucho tiempo, una joven de ojos oscuros y brillantes como el azabache quería una estrella. Vivía en la ciudad y había oído hablar muchas veces de ellas, pero la contaminación lumínica que había en ese lugar, impedían que se dejasen ver.

Un día, un joven valeroso escuchó los deseos de la joven, y se dispuso a hacerlos realidad...
La llevó lejos, muy lejos, a cientos y cientos de kilómetros de donde ella vivía, era un lugar solitario y tranquilo, cerca de la naturaleza. Era de noche cuando llegaron y estaba nublado. La noche siguiente fue algo parecido, las nubes impedían que las estrellas asomasen, así que esperaron a la tercera, pero aquella noche... lo de aquella noche fue algo asombroso.
 Tras una tarde de lluvia y tormenta, al caer la noche, los jóvenes salieron de casa sin esperanza alguna de ver un cielo estrellado, pero la cosa no fue así... Tras un largo paseo en coche, pararon cerca de un pueblito muy pequeño rodeado por un embalse. En medio del embalse, una pequeña montaña se elevaba con las ruinas de un castillo en la cima que esconden miles de secretos. Subieron a lo alto de esa pequeña montaña y al llegar a la cima, se pararon a contemplar al atardecer. Mientras el Sol se escondía y un pedazo de la Luna se asomaba, aparecieron unas pequeñas nubes a lo lejos. Pero cuando el Sol ya se había escondido, en medio de la noche él la dijo "mira al cielo, amor" entonces ella alzó los ojos hacia un cielo estrellado que se abría paso entre las nubes, y él... Él se aprovechó de ese momento para cazar cientos de estrellas para ella.


Ella quería una estrella y él... Él la dio cientos de ellas.




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