martes, 6 de agosto de 2013

Enjaulado

Un día de estos, uno que no está muy lejos, me va a explotar la cabeza y no podrán decir que yo no avisé. Con dos manos invisibles al cuello que cada vez aprietan más y más, me voy quedando sin aire, me ahogo, y... no puedo más.

Vivo en una jaula, encerrada, como un pájaro con ganas de volar. La gente suele decir que les han cortado las alas cuando les quitan la libertad, pero a mi no, A mi me han puesto unas alas grandes, muy grandes, enormes, porque yo solita me las he ganado, sin embargo, después de eso me han metido en una jaula, muy pequeñita, en la que no me puedo ni mover. Y yo no siento angustia por querer salir, siento angustia porque me falta el aire, porque mi corazón sufre, le duele... de todos modos aguanta fuerte, todo lo fuerte que puede, lo malo de esto es que torres más altas han caído, y piedras más duras se han partido...



No sé cuánto tiempo más podré aguantar, pero por lo que mi cuerpo y mi mente me dicen.... no mucho más.


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