¿Quieres?

Ya no tengo miedo a tus ojos de voy a comerte, es más, creo que cada vez logran persuadirme con mayor facilidad, aunque intente reprimirme. Mírate. Mírame. Las ansias empañan los espejos que se quedan atónitos, envidiosos. Párate. Mírame otra vez, pero esta vez más cerca, mucho más cerca y mira cómo mis ojos te muerden mientras a la vez intento disimular las ganas que te tengo.

Y pasan los minutos y las horas y puedo pararme a contarte lo que me encanta tu cara cuando estás medio dormido y que me pone nerviosa que me mires de reojo con esas sonrisa traviesa que solo tú sabes. Me gusta cuando haces el tonto y me encanta tu boca mucho, muchísimo más que el chocolate o una piruleta. Me gustan las noches con luna, o sin ella, con estrellas o sin ellas pero sólo si sé de ti. Podría contarte un cuento o decirte que desde la ventana de mi habitación se puede ver Júpiter, pero para qué iba a molestarme en mentirte, si antes de hacer todo eso podría besarte y arreglar esos momentos aburridos. Podríamos acabar en la cama mientras llueve ahí fuera y aquí dentro también... ¿Quieres?

"Cuando la luna se descuelga por las noches para tomar tazones de leche conmigo, me cuenta muchos secretos."