Él mira a la luna después la mira a ella de reojo, esa carita de niña que desprende tranquilidad, paz, armonía, pero sólo cuando está con él, o cuando piensa en él.
Sigue mirándola y se tensa, tiene ganas de ella, de besarla, abrazarla, respirar su olor, perderse en su pelo, estar a dos centímetros frente su cuerpo. La luna desaparece entre un montón de nubes pasajeras, ella se tensa, intenta mirarle pero está tan bien ahí.... Y vuelve a sentir todo como hacía un momento, pero esta vez la besa, no se resiste, y se rebozan en la arena y too esto transcurre a cámara lenta, y sin embargo, el tiempo vuela.
Hola! Bonito blog!! Soy novata por aquí asi que te invito a pasar por el mio!!, Un abrazo fuerte!
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