Minutos de silencio. Sólo se escucha la respiración, y unos ojos que se buscan mutuamente. Fíjate bien, quédate quieto, buscando algo profundo, y cada vez ponen mas empeño en encontrarlo, buscan el brillo de sus pupilas. El silencio continúa y se rompe por un susurro, no es real, es un susurro de esas miradas que dicen más que los labios, pero es que sus labios están sellados. Uno frente a otro, en la medida perfecta. Dos centímetros. De esos que son decisivos, que esconden una respuesta final, ¿Habrá beso o tal vez no? ¿Qué hay mejor que la incertidumbre del momento? Y de repente sucede. Un choque inevitable. Labios contra labios... y los cristales se empañan.
"Los peores errores de nuestra vida son los que no cometemos."
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