Los sentimientos son verdaderamente difíciles de explicar, ¿por qué? no tengo respuesta y por mucho que intente encontrarla, tan sólo me viene a la cabeza que todos somos imbéciles (algunos más que otros, por supuesto). A veces creemos que es mejor callarse un te quiero, un me gustas o tan solo decir, eres genial, por el simple hecho de lo que la otra persona pueda pensar, y no hablo de amor, hablo del cariño, de los amigos, de la familia...
Nunca digo a mis padres ni a mis hermanas que las quiero, ya doy por hecho que lo saben, aunque a veces me paro pensar que si por algún casual ellos se fuesen, no me han escuchado decirles te quiero ni nada por el estilo, y no creo que sea lo mejor, por ello en cuento termine esta entrada iré a darles un beso y a decirles lo importantes que son para mí con un simple te quiero.
Eso mismo pasa con todo el mundo siempre decimos a las personas lo negativo, nunca les decimos sus virtudes, somos incapaces de ver las cosas positivas de la gente y decírselas a la cara, y es lo que más rabia me da, porque todos tenemos cosas buenas. Por una vez, voy a intentar ver lo positivo de la vida, que aunque siempre me esté quejando, no es tan mala como parece, de todo se puede sacar algo bueno, incluida de la muerte por dolorosa que sea. Tengo una familia que me quiere, unos amigos (los verdaderos amigos) que son geniales, gente en todos los sitios con quien hablar... ¿Qué mas se puede pedir?
"Al ponerte en los zapatos del otro no te fijes en los zapatos, fíjate en el camino".
Me ha gustado, muy buena la reflexión. No se dice el -Me gustas-, el -Te quiero-, el -Qué bueno tenerte-. Como bien mencionas, todos cargan sus -Te quiero-, sus -Me gustas-, sus -Qué bueno tenerte- por miedos duros, por el qué dirán, por mil cosas sin pensar antes en trabajar por impulso con la gente que de verdad lo merece, es así, creo. No pasa nada con decirle a alguien algo por impulso, -Me gustas-. A lo mucho, te eliminará de su vida y si es así. No importaba mucho entonces...
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