Así es la vida, pasas tu tiempo curando a la gente, y luego ahogas tu heridas en el alcohol de tus propias lágrimas.
Estaban juntos, cerca, la miraba.... intentó mirarla a los ojos pero no pudo, no pudo dejar de admirar su boca. Nunca pensó que pudiera pasar tanto tiempo observando una boca. Pero esa boca era única... como su sonrisa.
... Ahora piensa... Quizás algún día es posible que tengas que pagar un precio muy alto por todo aquello que el amor provoca, por el placer, por la alegría... Pero cuanto más intensamente ames, piensa, más intenso será el dolor futuro. Y sera así como conozcas la angustia de los celos, de la incomprensión, la sensación de rechazo e injusticia. Sentirás el frío hasta en tus huesos, y tu sangre se convertirá en cubitos de hielo que correrán bajo tu piel. Es posible que tu cuerpo sea capa de resistir la intensidad del placer, pero no es lo bastante sólido para aguantar los pesares del amor.
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